El Parque
Bicentenario
Con mucha alegría
me despedí del Mariscal Sucre, nunca más esas estruendosas turbinas sobre
nuestras cabezas y esas colas de contaminación en el aire. Este ruido ensordecedor y millares de toneladas
de CO2, serán ahora para los habitantes de Puembo. No quiero ser egoísta pero muchachos los
quiteños somos millones y los Puembeños menos de 20 mil. (Ironía, no me vaya a
caer por este comentario)
No había tenido
oportunidad de visitar el aeropuerto en mi bicicleta algunos meses, recientemente
estuve haciendo un recorrido para celebrar la vida de un compañero ciclista, no
lo conocí, pero su legado para el mundo de las dos ruedas y la cultura de esta
ciudad es suficiente para entender que se trataba de un buen tipo y que valía
la pena acompañar. El recorrido fue por
áreas cercanas al nuevo Parque Bicentenario.
En mi habitual
medio de transporte salí temprano
acompañar a Sebastian, su familia y amigos. Al llegar al labrador, se
acuerdan esos bueyes que ahora están metidos en un hueco, en la mitad de un
distribuidor de tráfico y que actualmente casi no se les ve. Aquí les dejo un
link para que se acuerden de lo que hablo.
http://www.all-artecuador.com/cpg132/displayimage.php?album=3&pos=129
Aquí me llené de
cuestionamientos sobre el nuevo parque.
Como carajos van a llegar allá los peatones, los ciclistas? Yo no he
escuchado ningún plan de pacificación del tránsito alrededor del parque,
ustedes? Lo que si leí en algún
periódico es que al parque lo van a retacear para que el omnipotente automóvil
tenga como cruzar de éste a oeste, por el parque. Pero ¿y la gente? como va a
llegar. Imagínese “vecino” (como les
trata el burgomaestre a ustedes), quien viva en El INCA todos los periplos que
debe hacer para llegar caminando a un parque que le queda a menos de 1 km.
Tiene que salir en auto porque a pie, las probabilidades de regresar a casa en
una sola pieza, son mínimas. O el
alcalde les dará permiso a sus hijos para ir a jugar al Parque si tiene que
cruzar una vía de 8 carriles donde los vehículos fácilmente alcanzan
velocidades sobre los 50km/h, suficiente para asesinar a muchos. Al otro lado
la situación no es muy diferente, como piensan los vecinos del lado occidental
de la Avenida de la Prensa cruzar para llegar sin dificultades.
Hace algunos
meses entraron en contacto conmigo para realizar “algo” para conmemorar la
muerte de Pablo Lazarini. En aquella
ocasión con algunos profesionales de gran nivel (Max Zabala, Juan Diego
Donoso) propusimos esto. (Ver
imagen) Un rediseño de la intersección
donde asesinaron a Pablo, con todas las medidas necesarias para pacificar el
tránsito en el sector, que minimice una
nueva muerte injustificada, consideramos que era el mejor legado que se le
podía hacer. Posiblemente esta propuesta
está en el cajón de algún funcionario municipal.
Al igual que con
Lazarini el mejor legado que podemos exigir para Sebastian es una pacificación
del tránsito en todo el contorno del parque Bicentenario y que esta
pacificación se contagie en toda la ciudad.
La pacificación del tránsito no se la hace con una mala campaña
publicitaría exige fuerte trabaja en rediseño urbano. Supe (sin tener nada
oficial) que el día de la inauguración se hará un pequeño homenaje a Salomé
Reyes. Nuevamente el mejor homenaje que
se puede dar a la Salo es generar paz en el tránsito que garantice que nunca más
un ciclista o un peatón muera asesinado por mal diseño urbano.
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