Apes y non-Apes están como locos analizando las causas de la derrota,
perdida de espacio, victoria con ligero retroceso, como quieran llamar lo
sucedido el domingo 23. Los unos hablan de no haber sabido transmitir las
grandes obras que se están realizando, no haberse dado cuenta de la sucia estrategia
del contrincante, los otros de la prepotencia del presidente, la falta de liderazgo
local, etc. Yo quiero traer a colación 4
puntos que pueden servir incluso para comenzar a pensar en una mejor ciudad.
Publicidad.-
En una ciudad la publicidad no sirve para nada, me explico. A nivel urbano el
ciudadano está expuesto a millones de estímulos diarios, la capacidad cognitiva
del humano es infinita sin embargo somos seres inteligentes y como tales solo
vamos a retener lo que es realmente importante para nosotros y créanme cuando
les digo una valla que dice que se van a demorar 34 minutos de ir de A a B no
es trascendental en el día a día del común mortal.
Primera lección.-
Una ordenanza que limite (elimine) la publicidad urbana, solo contamina y nadie le para
bola.
Participación.-
Inexistente. Bueno para ser justo si existió
algo pero para proyectos pequeños de limitados recursos. Para las cosas grandes
se limitaron a INFORMAR. Los procesos de socialización de las grandes “obras” se
limitaron a grandes convenciones públicas en las que se transmitía las decisiones
que habían tomado los iluminados dioses
del olimpo en beneficio de todos nosotros. MUCHAS GRACIAS, TAN GENTIL DE SU PARTE! Se olvidan que
el Quiteño es de raíces americanas, el nativo americano hace minga, le gusta
ser parte del cambio, le gusta ser parte de la toma de decisiones que
benefician a su comunidad. Tenemos
siglos haciéndolo y las teorías modernas de participación ratifican que la
plena participación se da cuanto el ciudadano tiene el control de la toma de
decisiones, ver la escalera de Arntsein.
Segunda lección.
Si su planificación no contemplan la participación como quintaescencia de la
toma de decisiones, manden a Venezuela sus planes parece que ahí les está haciendo falta
ese tipo de papel.
Lejanía del
PNBV.- Suscribo el PNBV, estoy convencido que sin una hoja de ruta no se avanza
a ningún lado. Sin embargo las dinámicas
urbanas y las dinámicas nacionales son completamente diferentes. Si bien ya se
contempla a las ciudades como un eje adicional en la última versión del PNBV,
durante el primer round de esta Revolución, no fueron tomadas en cuenta. Por lo
tanto hablar del proyecto a nivel local no era pertinente. Mal o bien las necesidades de nuestra ciudad ya están resueltas, el alcantarillado y
el agua potable ha sido prioridad no de esta alcaldía sino de muchas
anteriores, la EPMAPQ es reconocida a nivel regional por su trabajo. Si Quito no fuera una ciudad exitosa
simplemente no existiera migración a nuestra linda ciudad, se fueran a otro
lado.
Tercera Lección.-
La ciudad no es el país.
Megaproyectos.-
Eso estuvo bien durante los 60s y 70s ahí impresionaban los metros, los
aeropuertos, las súper carreteras. Ya no.
Quien viaja al exterior? Quien usa el aeropuerto? 5%? No me malentiendan, algunas
estoy de acuerdo que hay que hacerlas, pero no pueden tornarse en la prioridad!
Las ciudades ahora piden cosas más sencillas, carriles exclusivos para su bus,
techo en la parada del bus, poste que ilumine en esa última caminata de la
parada a la casa. Centros de diversión nocturna
seguros, canchas cercanas, plazas limpias. Bicis, muchas bicis. Son muy pocas
las voces que no están de acuerdo en que la BiciQ es una excelente iniciativa.
Muchas de estas cosas se hicieron, pero se dedicaron hacer fuerza a obras que
sirven a pocos o que no existen todavía.
Cuarta Lección.-
Satisfacer
las micro-necesidades generan calidad de vida.
Hay otras,
pero aquí mi grano de arena al complejo análisis.